Zen Toono

Zen Toono es un personaje secundario en la serie Mieruko-chan. Es un maestro sustituto de la clase de Miko y Hana después de que su maestra de aula se tomó la licencia por maternidad.

Apariencia

Zen tiene una complexión de tamaño promedio con cabello corto y despeinado. Tiene los ojos cansados, anaranjados y se le suele ver con una expresión impasible. Viste una camisa de vestir abotonada con pantalones azul marino y zapatos de vestir marrones.

Muchas de sus alumnas admiran su apariencia, y a menudo piden que las acompañen a casa o que pasen más tiempo con él.

Personalidad

Zen fue retratado inicialmente como un sociópata sádico límite sin emociones que está fuertemente implicado como el culpable detrás de la reciente serie de abuso y matanza de animales. Esto fue, al principio, respaldado por la presencia de una multitud de espíritus felinos distorsionados a su alrededor, así como un espíritu colosal.

Sin embargo, más tarde se demuestra que esto es un malentendido. Si bien Zen es estoico y directo, es una persona bien intencionada que desea dejar atrás su infancia traumática pero no sabe cómo. Mostró suficiente desinterés para lanzarse en el camino de un automóvil que se acercaba para proteger a un gatito, a pesar de los riesgos para él. De la misma manera, rastreó al verdadero asesino del gato y lo atacó con éxito con un taser, además de posiblemente matarlo y esconder el cuerpo.

Durante su infancia, fue un individuo manso y sumiso que se mantuvo bajo el control de su madre.

Biografía

En el capítulo 21 del manga Mieruko-chan, Zen es un niño bajo constante presión y abuso verbal por parte de su madre, la Sra. Toono. Cuando estaba a dos puntos de una puntuación perfecta en un examen, ella lo regañó sin cesar, rechazando sus disculpas mientras él se revolcaba de vergüenza. Al mismo tiempo, fue invitado a una fiesta de cumpleaños para su amigo Ryota, pero la culpa de la Sra. Toono lo sacó de allí y lo llamó un niño deshonesto. Ella lo acusó de traición, y al ir a la fiesta de cumpleaños la estaba decepcionando, al igual que su esposo. Zen está convencido de no ir, y luego va al parque para destruir el regalo que compró con tanto esfuerzo.

En el parque, conoce a un gato callejero que lleva a casa y cuida en secreto. Sin embargo, su madre lo descubre y rápidamente lo mata, desecha su cuerpo y lo acusa una vez más de ser una carga ingrata. Llorando en silencio, no hace más que asentir. Después de que su madre muere, toma el trabajo de cuidar a los perros callejeros para expiar al primero. Muchos son demasiado débiles para sobrevivir, lo que implica que el espíritu de su madre drenó su aura de vida, pero él lo ve como su deber ya que no podía dejar de lado su culpa. Se preocupa profundamente por los animales del vecindario, llegando incluso a rastrear al verdadero asesino de gatos y atacarlo.